Alulú

Finca Alulú

En las faldas del majestuoso Cerro Horqueta, en Boquete, Chiriquí, se encuentra la Finca Alulú, un lugar donde el café no es solo un cultivo, sino una manifestación del amor, la dedicación y la conexión profunda con la tierra. La familia González Villarreal, guiada por su pasión y el compromiso con la excelencia, ha transformado este rincón de Panamá en un refugio de sabores, donde cada grano cuenta una historia.

El nombre "Alulú" es un tributo especial, inspirado en el apodo cariñoso de nuestra pequeña hija, GabyLu. Aunque para muchos pueda no tener significado, para nosotros encierra todo lo que somos: familia, amor y tradición. Es un nombre que simboliza la unión de nuestros corazones y el empeño que ponemos en cada etapa de producción, desde el cuidado del grano hasta la taza que disfrutas.

Nuestra finca no es solo un lugar para cultivar café, es un santuario natural que parece sacado de un cuento, donde los vientos del Caribe y el Pacífico se encuentran para crear un microclima perfecto, ideal para los cultivos de alta calidad. Aquí, en el suelo fértil nutrido por el Volcán Barú, nacen variedades excepcionales como Pacamara, Geisha y Catuai, cada una con su propio carácter y perfil de sabor, que reflejan la riqueza de esta tierra bendita.

Nuestra Finca

Pero lo que realmente distingue a Alulú no es solo la calidad de nuestro café, sino el alma que le infundimos. Cada proceso, desde el despulpado de las cerezas hasta su secado en camas africanas, es realizado con el máximo respeto por la naturaleza y con una atención meticulosa al detalle. Trabajamos artesanalmente, cuidando cada aspecto para asegurarnos de que cada taza de café no solo sea una experiencia sensorial, sino una conexión directa con nuestro hogar.

Alulú es más que café. Es un homenaje a nuestras raíces, a la Madre Tierra, y a los momentos compartidos en familia. Cada sorbo es una invitación a ser parte de nuestra historia, a experimentar el amor y la dedicación que ponemos en cada grano. Porque en Alulú, creemos que el café, como la vida, es mejor cuando se cultiva con amor y se comparte con quienes más importan.